Entre las
profecías de los mayas o de los que
interpretan a los mayas, anunciando el inicio de una nueva era y el recuerdo de
los momentos difíciles del año pasado que todavía algunas veces cimbran al
corazón, iniciamos este año como todos… con la esperanza de que el Señor derrame la copa de la consciencia sobre todos nosotros y
nos permita transformar este lugar en un espacio de paz.
Tal vez
aprender de una vez por todas que la tierra prometida se llama planeta y lo
que tenemos que hacer para descubrirlo, no es caminar los senderos de la tierra
por cuarenta años, sino recorrer los caminos
del corazón… para romper con la soberbia que promueve lo individual y
encontrarnos con la consciencia colectiva, donde todos somos parte integral del
Universo, me imagino que… como la música y el corazón se funden al encuentro de
una hermosa melodía.
En medio
de este ir y venir de esperanzas y anhelos, está el trabajo pidiéndonos que dejemos de poner pretextos, que dominemos
nuestros miedos que son los que nos paralizan y nos impiden salir al encuentro
de lo soñado… que tomemos el arado, la máquina, la computadora o la
herramienta que necesitemos para impulsar el desarrollo, convertirnos en
promotores del progreso, de una nueva cultura de igualdad.
Alguien
me decía que el que no habla no se
compromete, pues bien este inicio de año es un buen momento para
romper el silencio y lanzar el compromiso al viento… esperando que le llegue al Patrón en una brisa, se conmueva y nos tome de su mano para la
alcanzar los sueños…
Para este
tiempo lo primero que quiero ofrecer es mi trabajo, hoy es tiempo de darle la
vuelta a la desesperanza, ha llegado el momento de crear las bases para tener
una mucho mejor sociedad. Por ello es que creo que tenemos que trabajar con
mayor fuerza, dejar los pretextos para alcanzar la meta y salir al encuentro de
la adversidad... y convertirla en oportunidad, transformarla en experiencia y
nueva tierra. Me comprometo a trabajar sólo con gente que esté comprometida con hacer los sueños materia, renuncio a trabajar con los que sólo piensan en su salario, para darle la vuelta a esto
tenemos que soñar todos los que vamos en el
barco.
Una de
las cosas más importantes que he aprendido
en estos años tan intensos es... que la
principal causa de que los proyectos se estanquen se llama miedo, el miedo sin
duda devora la voluntad y la creatividad. Por ello un objetivo para este año es aprender a vivir con el miedo y dominarlo. Sin duda se corren muchos riesgos al dominar
el miedo, pero la promesa de una nueva tierra bien vale el riesgo. Me
comprometo a dominar mi cobardía y a confiar en el Patrón, nada pasará que no esté en los planes del Jefee, me comprometo a ser un promotor
del valor en todas mis actividades, renuncio a escuchar a la cobardía disfrazada de prudencia o sensatez.
Finalmente
creo que la vida es una fiesta a pesar de todas las cosas amargas por la que
tenemos que pasar, no queda más camino que siempre ir
adelante, por eso, comprometo a vivir la vida con toda intensidad, a no dejar
ni siquiera las migajas del camino, a decir lo que tenga que decir; lo bueno,
lo no tanto, lo bello, lo justo, lo que
pienso, lo que siento. A dejar que el corazón exprese lo que siente, a
vivir cada momento con toda la intensidad siempre confiando que el Señor me tenderá su mano.
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