13 nov 2009

Vientos de cambio


Hemos pasado en el negocio una semana muy intensa, inmersos en los problemas que algunas veces surgen en el desarrollo de los proyectos; el trabajo y la presión nos han envuelto con su manto de incertidumbre. Estuvo tan pesada la semana que tuvimos que trabajar el sábado casi como cualquier día, tratando de meter al aro las cosas que se salieron de control.

Qué curioso, estuve tan cansado y preocupado que lo único que quería al final de la jornada era distraerme viendo televisión y... cambiando canales me encontré con una película que se llama “Life or something like it ”; es la historia de una reportera de Seattle que le hace una entrevista a un vidente callejero que le predice varias cosas que van a suceder y la última cosa que le predice es que el siguiente jueves ella iba a morir… y de ahí arranca la trama de esta interesante y cuestionante película.

Ahora… me pongo a pensar, ¿qué pasaría si me encontrara con el vidente de la reportera de Seattle y me dijera que me queda una semana de vida? ¿Qué importancia tendrían los problemas del día a día ante un acontecimiento de esta naturaleza?

Casi sin pensarlo llego a la conclusión de que ante un evento así todas las cosas que van pasando en lo cotidiano, en la lucha por sobrevivir, pasan a un segundo término, desvaneciéndose ante lo verdaderamente importante; la revisión de lo andado y de lo no andado por miedo. De salir al encuentro irremediable de mí mismo conmigo mismo, sin excusas, sin pretextos, desnudo frente al alma, platicando de lo que somos y seremos.

Pienso que en la vida siempre existe algo más importante de lo que nos agobia y domina; haciéndonos casi siempre soltar el timón, dejando que la velocidad de cada momento nos inmovilice haciéndonos perder el rumbo. Creo que siempre está la oportunidad de vivir intensamente cada segundo sin miedo, con alegría, sabiendo que estamos aquí para hacer cosas mucho trascendentes que lo que el día a día nos depara.

En este tiempo de vientos de cambio, tenemos que cambiar la mentalidad, es el tiempo de creer en nosotros mismos, de aprender a vivir enfrentando los problemas sin miedo, de la mano del Jefe, confiando en nosotros mismos, sin voltear atrás, caminando hacia adelante viviendo y disfrutando cada momento; con la certeza de que lo que lo que encontraremos mañana será sin duda mejor para todos.



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