Este verano, mi hijo Alex en sus vacaciones tuvo la oportunidad de asistir a la obra de teatro “Hair”, llegó verdaderamente impactado porque al final de la obra lo invitaron a subirse al estrado a cantar con los artistas y de alguna manera hacerse parte del reparto de esta ópera Rock.
Este acontecimiento y el ver cómo nuestros espacios de pensamiento han ido creciendo poco a poco; como una semilla reventando en la tierra, con la esperanza de convertirse en un gran bosque de expresión y acción. Me hace pensar que se está acercando el tiempo de dejar las butacas y subir al estrado a expresar lo que sentimos, sin mayor pretensión que compartir lo que somos e ir desarrollando nuestra red de pensamiento.
Expresar lo que sentimos,…que cosa tan grande, sin duda, de los mejores regalos que nos ha dado el Patrón, como si hubiera querido diferenciarnos de todos y todo lo que existe en el universo, regalándonos la libertad de ser y expresar lo que queramos.
Pero tal vez lo más importante de todo esto sea la capacidad de hacer alianzas de pensamiento y acción, en donde lo personal se derrame en el grupo y llegue a la sociedad, construyendo redes tan fuertes que no exista nada que pueda debilitarlas, ni siquiera: el egoísmo, la soberbia, los intereses particulares, las cosas que ahora están de moda y nos detienen para ir adelante.
Estamos en un estado de emergencia, estamos siendo llevados por nuestra inconsciencia al borde del abismo, tenemos que saltar de nuestros asientos y gritar lo que sentimos:
¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!!...
...lo que sea que nos ayude a dejar de ser observadores pasivos y salir al paso a buscar nuevos rumbos para todos los de nuestro género y los que habitamos este planeta.
Para mí, el tiempo de que los gobernantes resuelvan las cosas ha quedado atrás, somos demasiados para encargarle a unos cuantos el destino de nuestro planeta, tampoco es contrapunteándonos con ellos, eso no acabaría más que en una lucha de poder vana, donde lo único que cambiaría es el que está arriba y el que está abajo. Esto es un asunto que compete a todos, en donde debemos trabajar juntos en la construcción de nuevos horizontes, debemos aprender a fluir como género aprendiendo de la consciencia colectiva, es por ello que propongo que todos subamos al estrado integrandonos al reparto de la construcción de un mejor lugar, actuando y cantando a una voz: