13 may 2009

¿Qué, ya no te quieres casar conmigo Cutupache ??


Cómo olvidar esa noche que no podías dormir cuando tenías dos años, te pasaste a nuestra cama y junto a mí te quedaste dormida. Al amanecer al sentirte mojada te levantaste como rayo y rumbo a tu cuarto me gritaste furiosa:

¡¡¡¡ AAAYYY PAPÁ, TE HICISTEE!!!!

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¡Cuántas como esa anécdota hemos vivido y disfrutado todos estos años de relación y de encuentro familiar!. Ahora en un santiamén, sin más ni más, me encuentro con que ya no eres una niña, veo que la vida se nos ha pasado sin tregua mucho más rápido de lo que mi corazón deseaba. En un suspiro te soltaste de mi mano y te convertiste en mujer, y yo…. en mi incredulidad no me he dado cuenta de que has dejado de ser una niña, y que el tiempo en que querías casarte conmigo se quedo tan lejoooos…. como tus primeras muñecas.

Igual se nos fue el kinder, la primaria y el tiempo de escuela que sin pensarlo demasiado corrió como el viento fresco, convirtiéndote en una esperanza, para ti, para lo que vendrá y para este mundo tan ávido de gente libre y sencilla como tú.

Pues bien, ahora mi niña quisiera compartirte alguna de las pocas cosas que he aprendido en este tiempo de recorrer el camino, no me gustaría que sonaran a consejo; no soy sabio ni estoy tan viejo, no quiero predicar porque para entrar al cielo existen tantas puertas como anhelos, sólo quiero exponerte algo de lo que he descubierto.

Quiero contarte que he aprendido que el miedo y la culpa son la venda que nos impide ver el cielo, desde que nacemos nos vamos envolviendo en el manto del miedo y renunciamos a la libertad que Dios nos regala, para mí este tiempo es el momento para romper nuestra relación con el miedo. No existe absolutamente nada por lo que debamos de tener miedo, debemos renunciar a él para promover la libertad por la que fuimos hechos.

Somos responsables de todo lo que hacemos, toda causa tiene un efecto de manera que –a querer o no- somos los responsables de nuestras causas y efectos. Mas eso nada tiene que ver con la culpa, la culpa te atrapa dentro de ti mismo y la vida no se trata de eso… Noooo…..yaaa noooo; todo lo que hacemos, agua o fuego, no es más que el camino a la libertad que estamos intentando alcanzar, por eso, aunque nuestros prejuicios nos quiera atrapar en la culpa no debemos permitirlo, este ya no es su tiempo y tenemos que vivir sabiendo eso, nacimos libres y así tenemos que caminar junto con nuestras causas y efectos.

Lo único que tenemos en nuestro andar es cada momento, por ello debemos de llenar nuestros pequeños diferenciales de momento con pasión, tenemos que caminar cada segundo amando lo que hacemos; gritando, llorando, escalando, riendo, amando, lo que sea que estemos haciendo lo debemos de hacer con todo nuestro ser, para mi ese es el secreto, lo demás vendrá cuando el Patrón lo decida.

La mejor parte de todo esto, son los sueños, ellos son el puente entre la tierra y el cielo, son la manera más simple de romper con los límites del pensamiento para ir en el sentido correcto, yo te digo que a través de ellos es como logramos la libertad, esa que tanto te he contado y buscado, esa por la que hoy me siento feliz de estar aquí : luchando, admirando, peleando, amando, descubriendo a cada momento la maravilloso que es estar vivo, compartiendo contigo.

Hay que vivir sencillo, trabajando sólo en lo que amamos, disfrutando lo que la vida nos va regalando con el producto de nuestro esfuerzo, compartiéndolo con quien lo necesite, siempre atentos a la necesidad de otros; el dinero tiene valor sólo cuando lo compartimos, entendemos el verdadero valor de las cosas materiales cuando no permitimos que la marmaja se apodere de nuestro corazón y nuestros sueños. Creo que hay que dejar que el dinero fluya, no apretar mucho la bolsa porque nos gana la avaricia, no abrirla demasiado porque se convierte en despilfarro, sólo hay que tenerla abierta para que fluya el dinero, sin preocupaciones.

Amate sobre todas las cosas, el camino al cielo parte desde nuestro corazón, por eso, quiérete con toda tu alma a cada momento, eres un regalo del Universo, es tu responsabilidad estar en paz contigo misma y no conozco otra manera que amar lo que eres. Disfruta de tus virtudes y defectos, son un regalo de Dios. No eres más grande que nadie, ni más pequeña, mira a todos al nivel de tus ojos y trátalos con cariño, con la mayor dulzura que puedas, eso ayudará a tu espíritu y se reflejará sin dudas en todo tu ser.

Bueno mi niña, me he pasado unos grandes veintisiete años conviviendo contigo, feliz de ser tu padre, te deseo que siempre tu camino este lleno de luz y que alcances tus sueños.

TU PAAA!!




3 comentarios:

Anónimo dijo...

EEEEEEEHHHHHHHHHH!!!!!

Fernando Ramos dijo...

Las hijas con el padre y los hijos con la madre y mas cuando se es único en sexo. Ese es mi caso con la patrona. Debe existir alguna explicación psicológica - emocional al respecto.
Qué bonita familia, como dice mi compadre Pompin Iglesias.
Salud...os.

Jorge Gasca dijo...

¡Feliz cumpleanos Laurita!

Todavía te estoy esperando en Kiekari